En el mundo del Brazilian Jiu-Jitsu (BJJ), los resultados no son fruto del azar. Detrás de cada medalla, cada victoria y cada avance técnico, hay un sistema de enseñanza sólido, humano y eficaz. En Mathias Ribeiro Team entendemos que los grandes competidores se forjan a diario, pero también que los verdaderos pilares de un equipo exitoso son sus profesores.

En nuestra academia, formar cinturones negros que sean referentes técnicos y humanos es una prioridad. No buscamos solo campeones; buscamos líderes capaces de transmitir conocimiento, valores y pasión a las nuevas generaciones. Esta filosofía es, sin duda, una de las claves del crecimiento imparable del equipo, tanto en la categoría adulta como en cadetes e infantiles.

A continuación, compartimos los 10 principios que guían nuestra manera de formar a los futuros profesores del equipo.


1. Los grandes profesores se construyen, no nacen

En Mathias Ribeiro Team creemos que enseñar es un arte que se aprende. Por eso, incluso nuestros grapplers más talentosos pasan por un proceso de desarrollo específico para convertirse en buenos docentes.

Ser cinturón negro no garantiza ser un buen coach. Lo que sí lo garantiza es el compromiso constante con la mejora, la empatía y la capacidad de adaptar el conocimiento a cada alumno, sin importar su edad o nivel. Por eso en nuestro equipo se aprende a enseñar igual que se aprende a luchar: paso a paso, con guía, práctica y revisión continua.


2. Dar autonomía, no órdenes

Enseñar no es imponer. En nuestro sistema, a los profesores se les proporciona una estructura clara, con objetivos comunes y fundamentos técnicos sólidos, pero también se les da libertad para desarrollar su estilo propio. Esto genera autenticidad en las clases y permite a cada coach conectar de forma real con sus alumnos.

La autonomía fomenta la creatividad y hace que cada clase, incluso trabajando el mismo concepto técnico, tenga una energía única. Nuestros profesores no son replicadores de un método cerrado, son creadores dentro de un marco de excelencia compartida.


3. Aprender también es equivocarse (y enseñar desde el principio)

El error forma parte del proceso. En Mathias Ribeiro Team fomentamos que incluso cinturones blancos y azules, cuando tienen las condiciones adecuadas, comiencen a enseñar y a colaborar en clases con principiantes. Este enfoque acelera su aprendizaje, refuerza su confianza y siembra las bases del liderazgo.

Además, sabemos que en clases numerosas o dinámicas, no siempre es posible que el profesor principal esté pendiente de cada detalle. Por eso, los cinturones blancos o azules con más experiencia asumen un rol clave en el acompañamiento de los nuevos. No sustituyen al profesor, pero se convierten en una extensión de la cultura del equipo: corrigen posturas, explican detalles que recuerdan bien, y sobre todo, dan ejemplo con su actitud.

Esta cultura de ayuda horizontal hace que los nuevos se sientan acompañados desde el primer día y refuerza el espíritu colectivo que caracteriza a nuestro equipo. Enseñar, equivocarse y aprender van de la mano desde el primer momento.


4. Pasión e intención por encima del cinturón

No se trata solo de qué sabes, sino de cuánto te importa enseñar. Lo que más valoramos a la hora de formar a nuestros coaches es su nivel de implicación, su amor por el BJJ y su deseo real de ayudar a los demás a progresar.

Un profesor apasionado inspira. Un profesor con intención clara transforma. Por eso, nuestros futuros entrenadores pasan por un proceso que va más allá de la técnica: se forman en cómo comunicar, cómo observar, cómo motivar y cómo liderar con el ejemplo.


5. La cultura se construye con acciones, no con normas

En nuestro equipo no se trata solo de lo que se dice, sino de lo que se hace. Los cinturones negros que lideran nuestras sedes no solo imparten técnicas; encarnan una manera de vivir el Jiu-Jitsu basada en el respeto, la constancia y la generosidad.

Fomentamos que los propios profesores den ejemplo con su actitud diaria, con su forma de entrenar y de relacionarse. En Mathias Ribeiro Team no hay espacio para los egos desmedidos ni para actitudes tóxicas: se corta de raíz cualquier comportamiento que rompa la armonía del tatami.


6. Promover desde dentro siempre que sea posible

La mayoría de los profesores del equipo han crecido dentro del propio Mathias Ribeiro Team. Aunque a veces pueda parecer más fácil fichar instructores ya formados, sabemos que formar desde cero a nuestros futuros coaches asegura una alineación de valores, estilo y cultura.

Incluso cuando un practicante aún no está al 100 % listo para liderar, le damos oportunidades reales de crecer en el rol, porque confiamos en su compromiso y en el poder de la formación continua. Esta estrategia genera lealtad, cohesión y una identidad de equipo que se nota en cada competición.


7. Diversidad y representación

Nuestro equipo está compuesto por personas de diferentes orígenes, edades y trayectorias. Reflejar esa diversidad en el cuerpo técnico no solo es coherente con lo que somos, sino que fortalece el vínculo con todos los alumnos.

Creemos que cada persona que entra al tatami debe poder verse reflejada en sus referentes. Por eso, animamos y apoyamos activamente a que tanto mujeres como hombres, adultos y jóvenes, personas de todos los contextos sociales y culturales, tengan espacio para desarrollarse como líderes en el equipo.


8. Fomentar la curiosidad y el aporte colectivo

Una de las bases del aprendizaje en Mathias Ribeiro Team es la colaboración. No creemos en clases unidireccionales donde solo habla el profesor. Animamos a nuestros alumnos a preguntar, proponer, compartir y hasta enseñar lo que van descubriendo.

Este enfoque crea un ecosistema vivo, donde todos aportan al desarrollo común. Nuestros profesores están entrenados no solo para enseñar técnicas, sino para escuchar y canalizar la energía colectiva del grupo.


9. Tolerancia cero con la toxicidad

Una sola actitud negativa puede contaminar todo el ambiente de una academia. Por eso, nuestros entrenadores están formados para identificar rápidamente comportamientos que afecten la cultura del equipo y actuar con firmeza.

No se trata de ser autoritarios, sino de cuidar el entorno para que todos puedan aprender con seguridad y confianza. Si alguien no respeta los valores del equipo, no tiene lugar en él. Esta claridad y coherencia es uno de los secretos de nuestra armonía interna.


10. El gimnasio está al servicio de los alumnos

En última instancia, todo lo que hacemos gira en torno a nuestros alumnos. La función de nuestros profesores no es imponer una visión personal, sino facilitar el crecimiento de cada practicante, desde el primer día hasta el podio.

Nuestros cinturones negros lideran con el ejemplo, ponen al alumno en el centro y cultivan una comunidad donde cada persona se siente vista, valorada y desafiada a superarse.


Conclusión: el éxito nace del liderazgo bien cultivado

En Mathias Ribeiro Team los resultados en competición son el reflejo de una estructura de enseñanza sólida, humana y coherente. La formación de nuestros profesores —cinturones negros comprometidos con su evolución como maestros— es la base sobre la que se sostiene todo el proyecto.

Desde los niños y niñas que compiten en categoría cadete, hasta los adultos que alcanzan medallas en campeonatos internacionales, todos se benefician de una cadena de liderazgo basada en la excelencia técnica, la humildad y el servicio a los demás.

Y si algo define a nuestro equipo es precisamente eso: aquí no se trata solo de ganar en el tatami, sino de construir juntos una comunidad que inspira dentro y fuera de él.